Por el Agua, la Madre Tierra, el Territorio y la Vida
Este 12 de octubre, cuando conmemoramos 524 años de Dignidad y Resistencia Indígena, Negra y Popular frente a la invasión y el despojo, reafirmamos que la crisis actual no se resuelve con un cambio de gobierno o de partido, ni con reformas superficiales al funcionamiento del Estado. La crisis política, que se hizo más evidente a partir de abril del 2015 y que afecta a todas las instituciones y actores, nos plantea la necesidad y la posibilidad de cambiar de raíz este modelo de estado y de sociedad. Para ello reafirmamos que necesitamos una nueva Constitución que se redacte e impulse a través de un proceso constituyente de carácter plurinacional, multisectorial y popular, construido desde los pueblos y en articulación con otros actores sociales en lucha.
Por esto nos movilizamos, para transformar un Estado que solo sirve para unos pocos y reprime los derechos de las minorías: empresarios nacionales y transnacionales que despojan bienes y territorios y criminalizan las luchas de los pueblos con la complicidad de medios de comunicación corporativos, instituciones de justicia, diputados, poder ejecutivo e instituciones del Estado.
#SeguimosEnMarcha por el cuidado del agua, los bienes comunes y la vida; por la investigación de las acciones de las empresas que contaminan, desvían, bloquean y se apropian impunemente de las fuentes de agua; por la discusión a nivel nacional de la problemática del agua y los derechos relativos a la Madre Tierra, el Territorio y la Vida. Defendemos nuestros territorios y resistimos en La Puya, contra la hidroeléctrica Renace, en el plantón de Quezada, en territorio xinca de Xalapán, en la resistencia de las comunidades Kakchiqueles de San Juan Sacatepéquez contra la cementera, denunciando el ecocidio en el Río La Pasión, frente a la criminalización y encarcelamiento de dirigentes comunitarios en San Marcos, norte de Huehuetenango o Coatepeque. Defendemos la memoria, los derechos individuales y colectivos, promoviendo una nueva forma de organización y de relaciones basada en la solidaridad, los derechos colectivos, el rechazo a todo tipo de violencia, por ejemplo, la violencia ejercida en todos los espacios contra las mujeres.
Por ello retomamos los objetivos planteados durante la Marcha por el Agua, la Madre Tierra, el Territorio y la Vida, demandando una ruta de transformaciones en el corto y medio plazo, que se vinculan con nuestras propuestas de cambio del sistema:
- La respuesta a las demandas que pueblos, comunidades, autoridades y organizaciones entregamos el 22 de abril de este año a los tres poderes del Estado: entre otras, la persecución penal de oficio contra empresas acusadas de bloqueo, apropiación, contaminación y robo de aguas, la investigación pronta de las denuncias ya realizadas por comunidades y la modificación del Código Penal en lo concerniente al delito ambiental; así como la ampliación del informe que el MARN presentó a la Asamblea Social y Popular y el informe que debe entregar el Congreso de la República y la respuesta a demandas específicas de organizaciones y comunidades.
- El fin de la criminalización y persecución a dirigentes comunitarios, incluyendo la revisión de procesos penales abiertos contra dirigentes, que han sido construidos de manera irregular.
- La orientación del Estado (presupuestos, instituciones, acciones prioritarias en salud, educación, vivienda, justicia) a la construcción de una agenda de emergencia para el cumplimiento de su función constitucional (construcción del bien común).
- La aprobación de una agenda mínima de reformas para la democratización del país, entre otras: Ley de Desarrollo Rural Integral, Ley de Medios de Comunicación comunitaria, Ley de Juventud, Ley de aguas, reconocimiento del pluralismo jurídico, reconocimiento del carácter vinculante de las consultas comunitarias. En todos estos casos, la discusión y aprobación de estas leyes debe darse con diálogo transparente, abierto y participativo.
En el mes en que recordamos 72 años del inicio de la Revolución Democrática y 20 años de la firma de los Acuerdos de Paz, ambos logros de las luchas populares e intentos de construcción de un nuevo pacto político y social desde los pueblos, no desde los ricos, reiteramos nuestra voluntad de acompañar y articular fuerza en las luchas sociales contra la corrupción, por la democratización de la universidad, de estudiantes, maestros democráticos, comerciantes, pescadores, pobladores urbanos, mujeres rurales y otros sectores, articulándonos desde nuestras identidades y formas de acción diversas.
La lucha contra la injusticia y el cuidado de la vida requieren el compromiso, la participación y la articulación horizontal de todas y todos.
Convocamos a participar en las movilizaciones convocadas los días 12, 13 y 14 octubre, y a la Marcha de la Dignidad y la Resistencia Indígena, Negra y Popular, que saldrá el día 12 de octubre del Obelisco a partir de las ocho horas, hacia la sede del Organismo Judicial y el Congreso de la República, donde permaneceremos en un plantón masivo, reivindicativo, cultural y pacífico hasta el viernes día 14.
Nunca nos hemos detenido y cada vez somos más.
Asamblea Social y Popular
Iximulew, Guatemala, 11 de octubre de 2016
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