Texto e imágenes de Santiago Boton/Telesur

Niño de La Cumbre gredido por supuesto propietario (con sombrero), durante desalojo.
En busca del infante de la fotografía viral
Sergio Giovany Toc Pa, de 16 años de edad, es el nombre del infante que aparece llorando en una de las fotografías virales del desalojo del 1 de noviembre reciente, en la comunidad “La Cumbre Sakuxha” del municipio de Tactic, Alta Verapaz.
El menor de edad narra, en el idioma maya q’eqchi’, que estaba rescatando algunas pertenencias, previo a la destrucción de la vivienda familiar por individuos particulares, cuando un sujeto lo ataca, retorciéndole violentamente una oreja.
El individuo fue identificado como Raúl Morales Cahuec, según está consignado brevemente en el acta suscrita por el Ministerio Público y que obra en el expediente MP 255-2011-559.
Sergio Giovany pertenece a una de las 25 familias víctimas del segundo desalojo ejecutado en pleno “Día de Todos los Santos”, donde se desplegaron 196 elementos policiales, según reconoce el Sub comisario Moisés Soto de León, además de la presencia de delegados de COPREDEH, la Procuraduría General de la Nación, de la PDH, entro otras personalidades.
La Cumbre Sakuxha y La Cumbre Chamché
El desalojo fue ejecutado porque seis personas reclaman “derecho de propiedad” sobre las tierras y acusan a las familias de ocuparla de manera ilícita.
Las personas demandantes son Aida Concepción Morales Martínez, Alma América Morales Martínez de Ramírez, Denis Oliverio Morales, Oscar Rolando Morales Cahuec, Osmin Eduardo Morales Cahuec y Raúl Alfredo Morales Cahuec, según parte del expediente.
Rosa Coy, una de las madres desalojadas, aclara que la orden de desalojo estaba dirigida para la comunidad “La Cumbre Chamché”, que podría localizarse cerca de un balneario a orillas del asfalto a varios kilómetros de la comunidad “La Cumbre Sakuxha” donde se realizó el desalojo, argumenta Coy.
Una vida desprendida de la esclavitud
Los ancianos relatan que no logran asimilar el desalojo, aseguran que nacieron y siempre han vivido en el lugar. Uno de ellos es Félix Rey, de 79 años de edad, asegura ser descendiente de mozos colonos y atestigua que fue esclavizado desde su niñez.
Al cumplir 16 años, el patrono nos obligaba a pagar la renta o derecho de vivir sobre la tierra, con ocho tareas de trabajo mensual . El que no cumplía era expulsado, relata Félix.
Al recordar su pasado, Felix Reyes siente que su vida se ha desprendido de un animal o de una bestia. Dice que tuvieron que construir una casa grande de piedra a orillas del parque central de Tactic.
Como antes no había cemento y bloc, entonces la casa fue construida de cal y piedra… nosotros acarreamos esas piedras en nuestras espaldas y entre el lodazal. Cuando llegábamos al pueblo con nuestras cargas, parecíamos cerdos revolcados entre el lodo, porque antes tampoco habían botas y ropa formal, no teníamos pantalón, cuenta el anciano, quien calcula que trabajó unos 30 o 40 años gratuitos para el patrono.
José Caal, otro de los ancianos de 77 años de edad, refiere que el personaje que los esclavizó ya falleció y quienes pretenden quitarles la tierra son sus hijos, que procreó con madres distintas y con propiedades en otra parte, dice Caal.
Aunque los vimos crecer y nos tocó crecerlos, porque les acarreamos el maíz, la leche sobre nuestras espaldas, les fuimos a dejar tortillas al otro lado y fuimos como sus caballos, lamenta José.
Arrinconadas en la miseria
Los corresponsales de la cadena internacional de noticias TeleSUR TV realizaron una visita sorpresiva al lugar del desalojo (sin previo aviso) y sorprendieron a las familias arrinconadas en casuchas de nailon a orillas de un camino lodoso que surca sobre la cumbre, donde se impone un clima gélido.
Un anciano permanece postrado en cama; uno de sus familiares atestigua que sufre de dolor de muela sin recibir atención médica. Otras mujeres buscan entre los escombros algunas pertenencias rescatables.
Mientras en el campo de futbol se aprecia un cuadro de esperanzas: varios niños le dan vuelo a un barrilete.
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